Regularmente se suele criticar a las bandas que "patentan" un sonido y lo mantienen disco tras disco; se dice que no arriesgan, que no evolucionan. Sin embargo, hay casos en los que esta situación no solamente no se critica, sino que casi se considera una virtud. Y uno de estos casos es el de la legendaria banda de malandrines australianos AC/DC. "Black Ice", su primer disco de estudio en 8 años, es una colección de canciones con el mas puro estilo de la banda: rock duro, rasposo, y lleno de energía. Con AC/DC no hay nada que adivinar; aquí no hay lugar para adornos, arreglos bonitos, o power-ballads. No. Lo único que se encuentra a lo largo de los 15 temas que forman el álbum son los interminables riffs y power chords cortesía de Angus Young y su emblemática y desmadrosa Gibson SG, la voz arguadentosa y guarras interpretaciones de Brian Johnson, y el ritmo contundente y preciso de la batería de Phil Rudd. Temas como "Rock N Roll Train", "Big Jack", o "Anything Goes", un clásico himno de estadio, refrendan una vez mas el sonido AC/DC: rock & roll crudo, fiestero, e irreverente. Si, es cierto, esto se podría decir de cualquier disco anterior de los australianos y seguramente de cualquier disco futuro. Con AC/DC no hay sorpresas...y esto a veces se agradece. - CORANNIEIT -
AC/DC, Black Ice
Columbia, 2008
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