Doce canciones forman "Puddle City Racing Lights", primer álbum de Windmill, proyecto del ingles Matthew Thomas Dillon, quien oficialmente es el único miembro de la banda aunque para este álbum se hace acompañar por un buen número de músicos invitados. Windmill hace música melancólica, agradable, sin muchas complicaciones pero lo suficientemente elaborada para llamar la atención. La mayor parte de las piezas están basadas en el piano de Dillon cuyo sonido, si bien no tiene el protagonismo ni la fuerza de, por ejemplo, el piano de Antony Hegarty (Antony and the Johnsons), si logra armar melodías que pueden pasar, en un mismo tema, de lo meloso a lo épico, y de la timidez a la intensidad casi desbocada. El piano de Dillon es complementado por una batería entusiasta y arreglos de cuerdas que de repente le la dan un sonido muy a lo The Arcade Fire. Por otro lado, la voz chillona y aniñada de Dillon, además de su despreocupada forma de cantar, contrasta, de manera afortunada, con la solemnidad del piano haciendo más amable el sonido de la banda. "Puddle City Racing Lights" no revolucionara la escena indie pero es un buen disco. Intimo y calido. Un disco digamos, bonito. -CORANNIEIT-
Windmill, Puddle City Racing Lights
Melodic, 2007
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